El PP de la Vila no se sorprende del pacto que ayer anunciaron PSOE y Gent per la Vila puesto que responde a una estrategia seguida por Verdú y que viene marcada por dos de los ex alcaldes y todavía líderes del actual PSOE; estrategia que no es otra que conforme vaya avanzando la legislatura ir conformando un cordón sanitario de “todos contra el PP”.
Andrés Verdú ha expresado en diversas ocasiones, y sin ningún tipo de cautela, que está dispuesto a dialogar con todos excepto con el PP, lo cual no deja de ser insólito que un alcalde, que representa a todo un pueblo, se manifieste abiertamente de esa forma. Aprovechamos estas líneas para recordarle a Verdú que con esas declaraciones está despreciando y discriminando a 3.461 personas que depositaron su confianza en el Partido Popular el pasado 24 de mayo, aunque este hecho no parece importarle mucho.
Alude Verdú que esa negativa al diálogo responde a la “muy mala gestión que ha realizado el PP al frente del consistorio” pero parece no recordar que el nuevo fichaje, Pedro Alemany “Repeló” proviene del PP, que fue concejal con el PP y que participó activamente de la propia gestión que él ahora mismo critica.
También parece olvidar el señor Verdú que Gaspar Lloret, uno de los cuatro alcaldes del cuatripartito y su actual asesor en la sombra, incrementó en 11 millones de euros la deuda de Villajoyosa en apenas 18 meses.
Casi 2.000 millones de las antiguas pesetas que fueron gastados en humo y que se deben, entre otras cosas, a un préstamo solicitado a BBVA por valor de casi 2 millones de euros y que nadie más supo de él, una parcela municipal enajenable valorada en 7 millones de euros que se incluyó en el presupuesto para disimular el desequilibrio económico a pesar de no sacarla ni a subasta así como también el incremento de la caja 413 en 2 millones de euros.
En cambio el PP, con su pésima, errada y mala gestión según Verdú, ha rebajado la deuda en 42 millones de euros y dejado un remanente en caja de casi 9 millones de euros. Algo que parece ser no gusta en el PSOE y por eso veta, al más puro estilo caciquil, que se debata públicamente en el pleno.
El Partido Popular ya ha manifestado anteriormente que la transparencia es algo inherente al cargo público y pensábamos que el hecho de crear expresamente una concejalía de transparencia iba a significar que el nuevo gobierno llamaría a las cosas por su nombre, sin intentar engañar y esconder los verdaderos entresijos políticos a la ciudadanía pero todavía esperamos conocer el contenido de dicha concejalía.
Este pacto, en opinión del PP, viene a resumir la inoperancia de un PSOE que, esclavo de sus palabras en época electoral, se ha percatado que no es lo mismo estar en la oposición que en el gobierno. Un pacto que en ningún momento dota de estabilidad y fuerza al gobierno que seguirá necesitando de más compañeros de viaje para poder sacar adelante la gestión del Ayuntamiento.
