LA VILA.- El PSOE vilero cede a la presión de Compromís y Repeló y remodela el gobierno por tercera vez en un año

El Pacte de la Barbera entra en una espiral imparable para el PSOE y Compromís y Pedro Alemany lo saben e intentan sacar tajada de ello. Andreu cede en todo por mantener el bloque y ha convertido al PSOE en una marioneta en manos de nacionalistas y Repeló

El PSOE vilero sigue intentando trasladar a la ciudadanía la sensación de que todo es cordialidad y buen entendimiento entre los socios de gobierno, pero nada más lejos de la realidad.
De puertas para afuera es todo buena sintonía, trabajo codo con codo y conversaciones fluidas para llegar a acuerdos constantes, pero la realidad es que de puertas para adentro solamente hay egoísmos, malas caras, pactos difíciles de vender a sus electorados y cada uno haciendo la guerra por su lado.
Arrancó la legislatura sin que Andreu Verdú asignara competencias a Isabel Perona por disputas internas en el seno del PSOE, algo insólito hasta la fecha. Siguió con la retirada de parte de las competencias a Marta Sellés (PSOE) para otorgárselas a Josep Castiñeira (Compromís). Y ha finalizado, por el momento, con un baile de concejalías donde la más perjudicada ha sido Aina Santamaría (PSOE) y donde Pedro Alemany y José Carlos Gil (Compromís) han ganado más peso.
Sorprendente ha sido el argumento alegado por el PSOE, indicando que estos cambios se realizan para “mejorar la eficiencia en el trabajo futuro”. Lo cierto es que “un PSOE en rebajas ha cedido ante los socios de gobierno, que cada día exigen más peso y poder de decisión”.
El ‘Pacte de la Barbera’ ha entrado en una espiral que para el PSOE es ya imparable y tanto Pedro Alemany ‘Repeló’ como Compromís lo saben a la perfección. “Compromís y Repeló tienen ‘la sartén por el mango’ y el PSOE sabe que, o ‘pasa por el aro’, o bien ‘se acabó el juego para todos’”.
Ante semejante panorama político, difícil de digerir para algunos socialistas que ven cómo su partido se ha convertido en una marioneta en manos de nacionalistas y un ex político de derechas, Andreu solamente puede ceder, dar lo que piden y esperar a que los abultados sueldos que ejercen de pegamento entre socios insaciables hagan que este gobierno no salte por los aires antes de mayo de 2023.
Las cartas ya están sobre la mesa y solamente falta por saber la paciencia que tendrán algunos concejales socialistas que no son, a priori, afines a Andreu y que se pueden plantear si asumir un desgaste político y personal tan grande para satisfacer a unos socios de gobierno, especialmente Compromís, merece la pena.
Mientras tanto, los perjudicados de toda esta situación son los ciudadanos de Villajoyosa, que más allá de grandezas que el gobierno promete a través de las notas de prensa que publica a diario en la web del Ayuntamiento, no ven ningún cambio ni mejora en la ciudad desde que Andreu fue nombrado alcalde, allá por el año 2015.

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