L’ALFAS.- El Ayuntamiento garantiza el servicio municipal de atención a la familia y la infancia

Operativo en l’Alfàs del Pi desde hace 15 años, el Servicio Municipal de Atención a la Familia y la Infancia (SEAFI) actúa en la prevención y tratamiento de las situaciones de problemática familiar seria, centrándose especialmente en familias con menores en situación de riesgo o con medidas de protección. Esta mañana, el alcalde de l’Alfàs del Pi, Vicente Arques, y el presidente de la Fundación para Nuestros Mayores Villa de Altea, Jaime Sellés, han firmado un convenio de colaboración, que asciende a 25.000 euros, para que este servicio pueda seguir prestándose en el municipio.

Los SEAFIs suponen un recurso muy útil para mejorar las relaciones familiares, cuando se producen conflictos importantes. Ahora mismo, constituyen uno de los principales recursos de la Dirección General del Menor, tanto por el número de familias atendidas como por la calidad del servicio. Actúan, coordinados con los departamentos municipales de Servicios Sociales, para ofrecer orientación psicosocial, mediación, terapia familiar e intervención. “En el SEAFI de l’Alfàs del Pi atendemos una media de 60 familias al año en situación de vulnerabilidad y conflicto, de un perfil muy variado”, explicó Juan Ignacio Martínez, psicólogo-clínico responsable del servicio en el municipio. “Muchos casos tiene que ver con separaciones y divorcios, por cómo afectan a los menores. También nos derivan desde los centros educativos menores con conflictos de comportamiento en el ámbito escolar”, añadió.

Gracias a la firma del convenio, el SEAFI de l’Alfàs del Pi continuará prestando servicio desde el Centro L’Alfàs + Social, de lunes a viernes, de 9:30 a 13:30 y las tardes de los lunes, de 16:30 a 19:00 horas. Atendido por un psicólogo-clínico, la intervención incluye la atención de problemáticas relacionadas con cualquier tipo de conflictividad familiar que necesite orientación psicosocial, mediación o terapia familiar para su resolución.

El SEAFI tiene el cometido de detectar las dificultades en la atención de las necesidades asistenciales, educativas y emocionales de los menores, pero también la prioridad de ayudar a sus familias para que puedan satisfacerlas adecuadamente, evitando con ello la separación del niño de su medio de procedencia. Esta actuación preventiva requiere, en la mayoría de los casos, cambios profundos en el funcionamiento familiar.

Deja un comentario