OPINION.- El PMUStio de Benidorm

Pablo Martínez del Blanco

Pablo Martínez del Blanco
@pablobenidorm

 

En el pasado pleno del mes de marzo se aprobó una moción del Partido Socialista, con enmiendas de C´s y con los votos en contra del PP, para paralizar la implantación del carril bici en Benidorm hasta que esté terminado el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) o por lo menos se consulte a vecinos y asociaciones deportivas.

Esto supone un gran golpe a la actitud del Partido Popular para seguir haciendo lo que les da la gana en minoría y despreciando la opinión de los vecinos de Benidorm. Por fin la oposición se ha dado cuenta de lo que supone contraer el compromiso de realizar un Plan de Movilidad aunque hayan tardado 10 meses.

Un PMUS es básicamente una herramienta viva de colaboración ciudadana para mejorar y hacer más sostenible la movilidad de una ciudad donde puede participar cualquier ciudadano o colectivo. Para que una ciudad mejore siempre es bueno contar con la ayuda de los propios ciudadanos por la sencilla razón de que un técnico o político no puede estar en todos los lados ni saberlo todo. Además el Ayuntamiento puede optar a varias ayudas estatales y europeas para mejorar la movilidad.

El problema del PMUS de Benidorm es que ya nació en condiciones pésimas. Se trata de un pago en especie (opacos y difícilmente cuantificables) de la UTE concesionaria del servicio de la ORA y de la grúa que licitó el PSOE. Este fue el primer gran error, empezar la casa por el tejado volviendo a plagar de zona azul nuestras calles sin conocer realmente las necesidades de este servicio pueda tener en Benidorm, a través de un Plan de Movilidad Sostenible por ejemplo, como ya hizo el PP con la anterior concesionaria que tantos quebraderos de cabeza nos dieron a los ciudadanos.

Aunque ahora parezcan grandes defensores del PMUS el PSOE nunca lo ha querido ya que lo mantuvieron en “un cajón” sin desarrollarlo desde que empezaron a gobernar y como se licitó la zona azul lo demuestra.

Lo del PP era de esperar porque tienen miedo participación ciudadana libre por su propio complejo de incapacidad a la hora de gobernar. Esto les lleva a intentar controlar la opinión pública a través de medios de comunicación, en redes sociales e introduciéndose en asociaciones u organizaciones. Un gran ejemplo es su actitud con el Consejo Vecinal ninguneando sus propuestas (todavía no sabemos nada de los presupuestos participativos) y colocando a sus afines para soltar ridículos discursos políticos en sus plenos.

El Partido Popular lleva realizando acciones chapuceras que comprometen a la movilidad desde que empezaron a gobernar sin tener desarrollado el PMUS. Han cambiado calles de sentido, suprimido carriles y plazas de aparcamiento sin dar alternativas, construido una rotonda plagada de semáforos con un carril bici extremo atravesándola donde ya han acontecido varios accidentes además de el de Poniente que termina bifurcándose por encima de un paso de cebra…
Por supuesto que una ciudad no puede estar parada hasta que se realice un PMUS, pero es que con voluntad política no se puede tardar más de 10 meses (ni uno) en completarse sus bases porque como he dicho, un Plan de Movilidad es una herramienta viva que nunca está terminada y que constantemente debe estar recibiendo información porque las necesidades de los ciudadanos son cambiantes.

En estos meses se han dedicado sólo a realizar encuestas y un par de reuniones convocando el día antes (la primera por ejemplo), en horarios intempestivos y donde se daba información de lo que se había hecho ya. En una tertulia televisiva el Concejal de Movilidad se permitió el lujo de echar la culpa a los ciudadanos porque estas reuniones estuviesen siendo un fracaso, en fin, llevas 10 meses haciendo lo que te sale de las narices pasando de la opinión pública y la culpa es de la gente que pasa de ti por esto mismo. En algo le doy la razón, la culpa es de sus votantes.

No han entendido nada después de haber perdido casi un 40% de sus votos en las últimas municipales si siguen echando la culpa de sus despropósitos a los ciudadanos. Un buen gobierno moderno consigue que los ciudadanos se impliquen en mejorar su ciudad. No son conscientes de la gran herramienta que es la colaboración ciudadana.

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