OPINION.- Gema Amor compró el caballo de Atila

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Por Leopoldo Bernabeu

 

Desde hace más o menos un mes, todos los que vivimos en la Comunidad Valenciana en general y aquellos que además somos padres en particular, estamos sumidos en una especie de información diaria que a veces nos resulta ciencia ficción.
Es cierto que estamos ya tan acostumbrados a la galopante corrupción con la que la casta política nos hace desayunar cada día, que ya casi nada nos sorprende. Aun así, insisto, en el último mes y con lo que hemos conocido en cuanto a la pasta que a todos nos han chorizado estos ladrones de guante blanco y que tendría que haberse invertido en la educación de nuestros hijos, la cosa se ha puesto mucho más calentita, ardiendo diría yo.
Hemos visto, escuchado y leído a través de los medios de comunicación como una serie de importantes cargos del Partido Popular de la Comunidad Valenciana han generado un sobrecoste de más de mil millones de euros a través de la sociedad CIEGSA, esa empresa pública que se creó en el 2.000, justo el año en que Gema Amor ocupó el primero de sus muchos cargos políticos, con el fin de construir 277 colegios por un total de mil millones de euros, la misma cantidad que ahora 15 años después se ha descubierto que es lo que han defraudado.
Hoy sabemos que a través de comisiones, sobrecostes, engaños de todo tipo, opacidad, despilfarro, pésima gestión y cantidades industriales de prepotencia, se pulieron 2.800 millones de euros y no se han construido ni la mitad de los colegios comprometidos, amén de dejar otros a medias, como es el caso que a todos los benidormenses nos ilustra el devenir de cada día desde hace ya 5 años, el Instituto Pere María Orts i Bosch, donde los alumnos siguen hoy estudiando en barracones.
CIEGSA es en estos días la noticia de actualidad que a todos nos indigna y nos hace reflexionar sobre en quienes hemos confiado como políticos en estos últimos años. Pero no es el único ejemplo, le preceden otros escándalos no menos costosos, como la Ciudad de las Artes y las Ciencias, la Ciudad de la Luz, el Aeropuerto de Castellón o el Parque Terra Mítica, por poner sólo cuatro ejemplos de la nefasta gestión pública en el trato, cuidado y reparto del dinero de todos. Sólo esas cuatro infraestructuras supusieron un sobrecoste de 1.029,40 millones de euros (171 mil millones de las antiguas pesetas). ¿Y saben ustedes en que coinciden estas cuatro desastrosas empresas públicas…?, pues que en las cuatro trabajó Doña Gema Amor. Esa concejal que ahora pide mi dimisión sin caérsele la cara de vergüenza teniendo el currículum más nefasto y dañino que nadie pueda tener a su joven edad, esa concejal que tenía de compañeros de bancada y partido en las Cortes Valencianas a Alfonso Rus, Carlos Fabra, José Joaquín Ripoll, Serafín Castellano, David Serra, Ricardo Costa y algunos otros que hoy o están ya en la cárcel o detenidos.
La misma Gema Amor que en 2001 fue Directora General de Parque Temático Alicante, un proyecto que generó una monstruosa deuda de más de 300 millones de euros y que si no fuera porque hace unos años lo rescató la empresa Aqualandia España, hoy estaría cerrado; la misma Gema Amor que a continuación fue Directora General de Grandes Proyectos, y creo que no hace falta el volver a recordarles cómo han terminado todos los grandes proyectos de la Comunidad Valenciana por no hablarles de la Fórmula 1, convirtiéndola en la más endeudada de toda España con diferencia; la misma Gema Amor que sucedió en la Consellería de Agricultura a la hoy Imputada concejal del Ayuntamiento de Valencia, Mª Angeles Ramón Llin, para ser luego ella misma sustituida por Juan Cotino, ese ilustre del PP valenciano que no quiso saber nada del accidente del metro de Valencia, que “cortaba el bacalao en la Visita del Papa en 2006”, que está imputado en la trama Gürtel, que tuvo que dejar la presidencia de las Cortes Valencianas por corrupción y que fue investigado por las escuchas que en 2.009 le vinculaban a él y a su sobrino con Enrique Ortiz hablando de las adjudicaciones de las residencias para personas mayores que gestionaba su propia familia; la misma Gema Amor que después inauguró ese nuevo cargo que se inventó el recordado Presidente Francisco Camps, Consellera de Cooperación, para ser sustituida en el mismo por el hoy presidiario Rafael Blasco, ese buen hombre que en vez de enviar el dinero para construir un hospital en la destruida Haití por el terremoto de 2010, prefería gastárselo comprando pisos y otras propiedades en Valencia; la misma Gema Amor que en 2006 se convirtió en la presidenta del PP de Benidorm (no voy a recordarles a los militantes los sistemas empleados para conseguirlo) para dejarlo partido por la mitad cinco años después cuando le dijeron que no sería la candidata a la alcaldía y enfundarse de la noche a la mañana el color verde del CDL, un instrumento que utilizó a su conveniencia, como ha hecho siempre con todo y con todos, y del que la echaron en noviembre de ese mismo año 2011, cuando ya empezaba a amenazar con una Moción de Censura, algo que al final no sucedió porque prefirió no volver al color azul que tanta gloria le había dado, sino seguir con su particular arcoíris y casarse con el rojo, tradición en la familia, pues su padre ya pasó por PDP, CDS y luego el PP; esa misma Gema Amor que en 2.009 fue nombrada Directora del Patronato de Turismo, una Institución en la que esta misma semana se ha descubierto, a través de una auditoría que investiga lo sucedido ahí en los últimos años, y que fue catalogada por Compromís como “la puerta de entrada a la casa de los horrores del PP en la Diputación de Alicante”, que el 70% de sus bienes han desaparecido, entre otros un inmueble valorado en 73.000 euros, un vestido de 800, una aplicación informática de 120.000, una torre de vigilancia de 6.000 o una cámara web valorada en 3.000; la misma Gema Amor que siendo concejala del Ayuntamiento de Benidorm desde el año 2007, nunca la hemos oído denunciar los sobrecostes que todos los ciudadanos hemos visto, padecido y denunciado en la Estación de Autobuses, el Palacio de Deportes o el nuevo Ayuntamiento, por un total de 59 millones de euros (10 mil millones de pesetas), justo el importe que el Gobierno de la que ella era 1ª Tte. Alcalde solicitó en Junio de 2012 a través del Plan de Pagos a Proveedores que desde ese momento nos obliga a todos a estar sometidos a un Plan de Ajuste que impide mil y una inversiones en la ciudad de Benidorm, pues esa morterada inmoral de pasta que se había gastado de más y sin fiscalización de por medio, más sus correspondientes intereses, hay que devolverla a los bancos que nos la prestaron.
Gema Amor es la representación más evidente del vividor de la política, del tipo de persona que le da igual todo, que sabedor de que no tiene ni oficio ni beneficio, su único objetivo es la supervivencia en el cargo público, el llevárselo muerto a final de mes por no hacer nada. Es ese tipo de político que pervierte y malea cuanto está a su alrededor, que nubla y enturbia cualquier sesión plenaria sacando todo su odio e impotencia a relucir, dejando entrever sus más viles añoranzas que nunca pudo ni podrá alcanzar.
Es difícil de creer que a un cargo público del más alto nivel político que en los últimos 15 años ha estado en todas las pomadas que ahora se demuestran corrompidas y están siendo investigadas, que incluso el propio Bárcenas la involucrara en la aportación de fondos y que ha estado rodeada por los cuatro costados por cargos hoy detenidos, imputados, encarcelados y corrompidos…nada tenga que ver en ninguno de estos temas. Tiempo al tiempo.
Si Atila viviera en nuestra época ya le habría vendido su caballo a la buena de Gema Amor.

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