OPINION.- La reciente historia económica del Ayuntamiento vilero

Artículo de opinión de Pedro Ramis, concejal del PP de Villajoyosa

La situación económica del Ayuntamiento de La Vila era preocupante a finales de 2008. El ‘cuatripartito’ había dejado un remanente de tesorería récord de -26.130.526,28 euros, y un montante de facturas sin reconocer (caja 413) de 5.112.187,64 euros. Lo hicieron fatal, porque si mal estaba la situación cuando comenzaron, fueron muy capaces de empeorarlo notoriamente.
Los Planes de Ajuste ideados por Montoro para salvar las economías municipales allá por el 2012 fueron una medida muy acertada. Consiguió que los Ayuntamientos volvieran a funcionar, obligándoles a pagar las deudas a las empresas, facilitándoles la financiación y poniendo en marcha las leyes que obligaban a no endeudarse más. El Plan de Ajuste del Ayuntamiento de La Vila marcó el presupuesto municipal, desde entonces y para los diez años siguientes. Ahora todo es optimismo y buenas perspectivas y, por más que quieran quejarse, dicho plan era conocido por todo el espectro político desde que se aprobó, con luz y taquígrafos, hace ahora cinco años.
En 2012 hubo que trabajar mucho para diseñar un plan adecuado, pero sobre todo hubo que hacer un brutal ajuste en el presupuesto de gastos. Ésa fue la verdadera proeza. La liquidación de los gastos del 2009 fue de 45.862.468,35 euros, y en el 2011 fue de 31.238.989,33 euros. Un tercio del presupuesto se hubo de cortar bruscamente, por el Plan de Ajuste y porque los ingresos menguaban todavía más, inmersos en una de las peores crisis que se recuerdan.
La situación fue crítica. Muchas empresas no querían trabajar para el Ayuntamiento, pues pagábamos a varios años vista. La respuesta a toda petición ciudadana era “no tenemos dinero, trabajemos”. Las subvenciones deportivas, por ejemplo, bajaron de media más de un 80%; créanme que tener que decirle a una entidad que va a cobrar el 10% de lo que ha sido su subvención es muy difícil. Aún así, seguíamos a la cabeza en el presupuesto que se dedicaba a servicios sociales.
Hubo que agudizar mucho el ingenio y poner mucho empeño para realizar grandes ajustes de gestión. El área de deportes se reordenó y redujo el gasto en un 60%, de 250.000 euros a menos de 100.000 (independientemente de la rebaja comentada en subvenciones); los gastos en telefonía e internet lo hicieron un 64%, de 196.000 euros a 72.000, etc. Estos ajustes todavía hoy están dando sus frutos, año tras año.
Lo que se hizo en años posteriores, y se sigue haciendo, es seguir el plan marcado, agarrados a la misma tabla de salvación. La prensa se hace eco de que el remanente de tesorería ha bajado 4 millones de euros en 2016, pues en 2012 bajó más de 8 millones. Si el superávit ha sido de 6 millones, en dicho año lo fue de casi 14. No es que sea pan comido, pero lo puntos hay que ponerlos sobre las íes.

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