ALTEA.- La Empresa Pública de Desarrollo Municipal realizará diversas actuaciones para sanar las moreras de la plaza del Convento

La Empresa Pública de Desarrollo Municipal realizará diversas actuaciones en las moreras de la plaza del Convento, como así lo ha anunciado la concejala responsable de la EPDM, Imma Orozco. ”Las moreras de esta plaza llevan con nosotros más de 30 años, y actualmente presentan numerosas podredumbres y grietas que hacen necesarias estas actuaciones que minimizarán sus problemas de salud, y que también evitarán problemas de seguridad para los peatones ante posibles caídas”. Concretamente, hay 4 moreras con más de 40 años de antigüedad y con grietas y podredumbres importantes.

Las actuaciones que llevará a cabo la EPDM, en coordinación con el Departamento de Infraestructuras, van encaminadas a eliminar las zonas más dañadas y las ramas que presentan grietas. De esta forma se alargará la vida de estos árboles que están incluidos dentro del ”arboretum” de los árboles singulares de Altea. ”La sustitución de las moreras es la última opción que valoramos, porque tenemos que ser consecuentes con el entorno que nos rodea”, remarcaba la concejala.

Hay que tener en cuenta que los árboles situados en un entorno urbano sufren continuos ataques de diversa índole, podas, contaminación, volumen de suelo insuficiente para un correcto desarrollo de las raíces, o plantaciones en lugares inadecuados que acortan su ciclo vital. Y en el caso de las moreras de la plaza del Convento, ”cuando se plantaron estaban en un entorno menos hostil que el actual”, aclaraba la concejala.

Ante esta actuación, Imma Orozco explicaba la importancia de cuidar la vegetación local y la necesidad de su mantenimiento para alargar al máximo la vida de árboles y plantas. ”Hemos heredado un patrimonio arbóreo que se ha ido incorporando a la ciudad a lo largo del tiempo, a través de la historia y que constituye el principal soporte vegetal a partir del cual la ciudad se regenera y crece continuamente, aportando valor y bienestar. Sin embargo, los árboles, como seres vivos, nacen, crecen y mueren, y debemos aceptar su renovación continua”.

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