Mari Tere Sotorres
Dirección
Como ya indicamos ayer, se cierra una página de un caso que se produjo hace casi dos años, como fue el despido improcedente de nueve empleadas de la Escuela Infantil Municipal El Tossalet.
Hablo con conocimiento de causas, ya que yo fui una de las que le cortaron su vida laboral y ha tenido que pagar las consecuencias de una base de concurso con lagunas. Una vez más, por medio de un juzgado, se ha tenido que resolver, dando la razón a este colectivo de personas, que se fueron de vacaciones navideñas, y el nuevo año, las dejaba sin trabajo. Por intentar mantener nuestro trabajo, se nos acuso, que con nuestras manifestaciones en la puerta del centro, estábamos maltratando psicológicamente a los niños.
¿Quines fueron los maltratados en este asunto?. Pienso que nosotras, ya que vimos como nuestros puestos no eran respetado, y ocupados por otras personas, que no tenemos nada contra ellas, pero fuimos sustituidas con personas que muchas de ellas tenían vinculación con los partidos que estaban en el consistorio, tanto en el gobierno como el la oposición. Que casualidad, verdad.
También, se nos acuso en su día que no quisimos entrar a trabajar con la nueva empresa. Por supuesto, se nos ofreció seguir, pero con la condición de renunciar a nuestra antigüedad, en mi caso, casi cinco años. La nueva concesionaria Eulen Servicios Socionanitarios S.A, nos ofreció una bajada de suelto que rondaba los 300 euros mensuales, e incluía un contrato de prueba. No nos podíamos fiar, ya que según podíamos comprobar, era un sistema que utilizaban, para no indemnizar al no pasar el periodo de prueba.
El Ayuntamiento, siempre ha mantenido, que ellos no tenían nada que ver, pero el día en que se nos prohibió la entrada a nuestro puesto de trabajo, un responsable de educación del consistorio, fue el que nos impidió la misma. ¿Qué ellos no tiene responsabilidad?, creo que se equivocan, ya que en las bases del concurso, primo más el tema económico, y no el educativo, y estamos hablando de educación de menores, y una empresa de Benidorm, que había conseguido más puntos por el proyecto educativo, se vio sustituida por una multinacional que estuvo apunto de perder la misma por riesgo de no poder hacer frente a los pagos, que desconocemos si ha sido así.
Bueno, como se ha podido ver según el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, no estábamos equivocadas. Al igual que se hace cuando se cambio de empresa, por ejemplo en la recogida de basura, se debería haber mantenido a las trabajadoras.
Aquí todo se debe solucionar por medio de juzgados, que deben indicar a nuestros políticos, que no se efectúan bien las contrataciones o acuerdos plenarios, como ya ocurrió hace unos días que el Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales que tumbaron el pliego de la ORA por coartar la participación de empresas o la sentencia del TSJ de la Comunitat Valenciana por la que se anula el acuerdo Plenario de 31 de mayo de 2010, relativo a la prórroga del contrato de la EDAR.