LA VILA.- Amoraga destaca el trabajo que se realiza para documentar el yacimiento subacuático Bou Ferrer de La Vila Joiosa

La directora general ha visitado hoy, acompañada por el alcalde y varios concejales, Vilamuseu y la Torre de Sant Josep

La directora general de Cultura y Patrimonio, Carmen Amoraga, visitado hoy la ciudad de Villajoyosa done ha destacado el trabajo que se está realizando en el yacimiento arqueológico subacuático Bou Ferrer que permite arrojar una amplia información científica y divulgativa de este yacimiento único en España.

Carmen Amoraga ha señalado que “las excavaciones en este yacimiento arqueológico son especialmente complicadas porque se trabaja en el mar, a 27 metros de profundidad, con unas condiciones de visibilidad complicadas que ralentizan las labores de recuperación de los objetos almacenados en el barco romano”. Las intervenciones en el yacimiento de Bou Ferrer se realizan en colaboración con la Universidad de Alicante a través de una línea nominativa de 18.000 euros.

La directora de Cultura ha resaltado la peculiaridad de este yacimiento que “se sitúa a la vanguardia de la divulgación in situ del patrimonio subacuático en Europa con una campaña de visitas submarinas que lo convierten en el primer pecio visitable en España”, ha destacado la directora general.

Por su parte, el alcalde de la localidad ha querido agradecer la visita a la directora general y le ha transmitido la importancia para Villajoyosa de fomentar todo el patrimonio cultural del municipio que “nos permitiría dar un fuerte impulso a un turismo cultural incipiente en la localidad”.

El pecio Bou-Ferrer es un gran mercante, con 30 metros de eslora y 230 toneladas de porte, de mediados del siglo I, procedente probablemente de Cádiz con dirección a Roma que fue desplazado por un temporal hacia Levante y que naufragó frente a La Vila Joiosa.

Transportaba un cargamento de salsas finas de pescado, un producto muy apreciado en la Roma imperial. Destaca por tratarse de un flete del emperador de Roma, y por su excelente estado de conservación, tanto en el cargamento como en el casco de la nave. Fue descubierto en 1999 por los buceadores José Bou y Antonio Ferrer, se trata del mayor barco romano en excavación del mar Mediterráneo.

Las campañas de excavaciones han sacado a la superficie 230 ánforas de las más de 2000 que transportaba el pecio que también llevaba en su bodega lingotes de plomo con una carga de hasta 5 toneladas. El año pasado el yacimiento Bou Ferrer fue declarado Bien de Interés Cultural por su relevancia y protección científico y patrimonial.

Torre de Sant Josep

La directora de Cultura y Patrimonio también se ha desplazado hasta la Torre de Sant Josep, un monumento funerario romano del siglo II que acaba de ser restaurado por la conselleria de Educación, Cultura, Investigación y Deporte, por el ayuntamiento del municipio y por la aportación particular de la mecenas Elaine Evans.

La torre responde a los criterios de la arquitectura clásica, formado por tres elementos que se desarrollan en vertical. El basamento consta de cinco gradas, una de ellas asimilada a la cimentación y sobre este pedestal se encuentra el elemento central muy esbelto. Los capiteles son de orden corintio, situados en las cuatro esquinas constituyen los únicos elementos figurativos.
Con motivo de los diferentes trabajos de excavaciones, apareció parte del muro que delimitaba el recinto funerario, algo imprevisto y elemento escaso o único en la península Ibérica. Durante estos meses de 2015 ha sido restaurado, así mismo junto a la ordenación de la parcela, incluyendo jardinería inspirada en la propia del mundo romano y en particular funerario de aquella cultura.

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