El caso CIEGSA -la empresa que se creó para adjudicar la construcción de infraestructuras educativas y que sirvió para un desvío sistemático de dinero, según se está investigando en los tribunales- se está demostrando como uno de los casos de corrupción, despilfarro y saqueo más graves que hemos sufrido en nuestra tierra. Según un informe de la Intervención de la Generalitat, las obras terminaron teniendo unos sobrecostes de un 36% más; es decir, más de mil millones de euros que se despilfarrar de manera irresponsable y que, en la mayor parte de los casos, tenían una finalidad de comisión que apunta, presuntamente, a la financiación ilegal del Partido Popular.
En el caso de Villajoyosa hay dos infraestructuras que están bajo sospecha. Se trata del IES Malladeta y del IES 3 que se adjudicaron inicialmente por 7,362,336.94 euros el primero y por 4,953,914.99 euros el segundo, pero acabaron costando 7,571,746.96 euros el primero y 5,878,830,10 euros el segundo, es decir, unos sobrecostes del 10.86%.
Así pues, los sobrecostes totales de CIEGSA en Villajoyosa ascienden a 1,134,325.13euros. Una cifra que no solas perjudicó las arcas de la Generalitat, sino que frenó sine die la ejecución de otros proyectos por falta de liquidez y obligó a muchos alumnos vileros a estudiar en barracones o en centros 
vergonzosamente deteriorados por la falta de inversiones en la conservación y mejora de los mismos.
Esta ha sido la herencia del PP tras veinte años de gobierno; corrupción, despilfarro, depredación del territorio, hundimiento económico y empobrecimiento de todos los valencianos. Una herencia que retrata la política del nepotismo, del enriquecimiento de políticos amorales y sin escrúpulos, los grandes eventos. Esta ha sido la marca “Comunidad Valenciana” que durante lustros han estado exportando “capos” del PP valenciano en el exterior.
