El sector comercial y hostelero de La Vila es clave en la configuración urbana de nuestra ciudad. Un sector que da vida a las calles, que da luz, que presta servicio a los vecinos y vecinas, y que tiene capacidad de atraer a visitantes de diferentes lugares. El comercio y la hostelería de nuestra ciudad genera empleo, crea riqueza y convierte nuestra ciudad en un lugar mejor donde vivir.
Por todo ello, desde siempre hemos apostado por su defensa, por fortalecer el tejido comercial de nuestras calles y por ampliar la gama de establecimientos de proximidad.
Desde la pandemia, una de las crisis más severas con el sector, los socialistas hemos apostado por generar medidas de diferente ámbito para ellos. En la actualidad, hemos establecido exenciones al pago de la tasa de terrazas, como del canon del mercadillo. También se han generado diferentes ayudas en materia energética, como incentivos a las compras en establecimientos de proximidad – los bono consumo – y otras medidas de apoyo a las pymes y autónomos.
Sin duda, queda mucho por hacer puesto que los hábitos de consumo han cambiado y la competencia es diferente y múltiple. Hay que hacer mucho para que los nuevos modelos globalizados de comercio no perjudiquen nuestra red de establecimientos profesionales, que conocen el producto, que identifican a los clientes y que tienen capacidad de generar riqueza con productos y servicios muy competitivos.
La Vila es una ciudad comercial, es ciudad de compra. También de establecimientos hosteleros, que generan ocio, espacios de encuentro, de compartir y de vivir. El comercio y la hostelería son básicos en La Vila. Lo hemos defendido, y lo seguiremos defendiendo.
