Rubén Martínez Gutiérrez
Secretario General y Portavoz del PSPV-PSOE de Benidorm
Hoy es 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores. Un día en el que se combina lo festivo y la reivindicación de las mejoras de las condiciones laborales. Como casi todo en este 2020, la celebración del Primero de Mayo se ve envuelta en la crisis del Covid-19.
No creo que haga falta extenderme explicando las circunstancias, pues son de todos conocidas. Prefiero quedarme con las importantes consecuencias que ya está teniendo en el mundo laboral. Decenas de miles de trabajadores y trabajadoras se están viendo afectados por los ERTE, unas siglas que han entrado con fuerza en nuestras vidas. Esta medida ha permitido que se hayan evitado miles de despidos, pero la capacidad económica de las familias ha disminuido y la incertidumbre por el futuro cercano es palpable. Sin duda la primera tarea es conseguir minimizar los contagios y salvar el mayor número de vidas posibles. Pero a renglón seguido hay que volver a la normalidad, a la nueva normalidad, ya que durante un tiempo nada volverá a ser como hace unos meses, que parecen muy lejanos ya. Lo que sí debemos hacer entre todos es conseguir cuanto antes una recuperación económica sólida, fuerte y con garantías.
Todas las Administraciones, sean del signo político que sean, y todos los representantes políticos, sean del signo político que sean, estamos obligados a dialogar y a llegar a grandes acuerdos para lograr una recuperación económica que llegue lo antes posible a los asalariados y a los trabajadores autónomos, que generalmente son los grandes olvidados en las crisis económicas y que sostienen miles de microempresas en las que emplean a millones de trabajadores. De eso sabemos mucho en Benidorm, puesto que la mayoría de comercios y locales de hostelería tienen este formato.
Seguramente vivamos momentos muy duros, pero quiero ser optimista y pensar que, como hasta ahora, la inmensa mayoría de nuestra sociedad va a comportarse de manera ejemplar. Que seguiremos respetando la distancia de seguridad en bares, que confiaremos en las tiendas de nuestros barrios, que arrimaremos el hombro para que pronto olvidemos este mal sueño, solidariamente, como solo nosotros sabemos hacerlo.
Por último, como no, quiero recordar a aquellos trabajadores de sectores esenciales que no han dejado de trabajar y que han permitido que la maquinaria de este país no se parara. Personal sanitario, trabajadores de las empresas de alimentación, agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y miembros del Ejército, transportistas, personal de logística, profesores que han abocado su saber rápidamente en aulas virtuales, etc. Gracias a vosotros y vosotras se han salvado vidas, y nos habéis hecho más agradable el confinamiento. Y recordar, con afecto y solidaridad hacia sus familias, a todas a las personas que ya no están entre nosotros. DEP.