Conrado Hernández (Portavoz del Grupo Socialista)
Parece mentira que con la enorme experiencia y larga trayectoria que tiene en política local, haya podido meter la pata de esta forma. El flamante candidato del PP, Don Antonio Pérez Pérez, no tuvo otra ocurrencia al ser designado candidato que anunciar que la próxima legislatura sería “la de la Avenida del Mediterráneo”. Salido de su boca tiene tanta credibilidad como si José María Aznar viniera a hablarnos ahora de las armas de destrucción masiva de Irak, o Alberto Fabra dijera que la Comunidad Valenciana es la líder en prestaciones por dependencia.
¡Menudo desliz! El señor Pérez ya tiene un recorrido, del que ahora no vamos a hablar, y es sorprendente que patine como lo ha hecho. La Avenida del Mediterráneo estuvo en cinco de los presupuestos de los equipos de Gobierno del PP, de los que formaba parte el señor Pérez. Eran años de abundancia de dinero, en los que se podían hacer inversiones y actuaciones importantes. De 2000 a 2005 aprobaron las siguientes cantidades:
2000: 450.000 euros
2001: 9.616.000 euros
2003: 9.616.000 euros
2003: 0
2004: 5.969.000 euros
2005: 5.969.000 euros
TOTAL: 31.620.000 euros
Los Gobiernos del señor Pérez y el PP no estuvieron limitados por ningún plan de ajuste como el de ahora. Tenían mayoría absoluta y no dependían de pactos. Lo anunciaron una y otra vez, e incluso adelantaron que lo harían con contribuciones especiales de los vecinos. Pero vendieron humo. Nunca lo hicieron. Se olvidaron de esta avenida, y permitieron su deterioro.
Tuvo que ser el Gobierno socialista de Navarro quien en época de vacas flacas hiciera el ‘parcheo’ que ha mejorado las partes más estropeadas. El mismo Gobierno que gestionó ayudas para cambiar las farolas que puso Francisco Franco en la Avenida del Mediterráneo y Avenida de Europa, y que ni el señor Pérez ni nadie del PP cambió en sus dos décadas de mandato. Arruinaron el Ayuntamiento de Benidorm con obras faraónicas y sospechosos sobrecostes, y engañaron a todos los vecinos y vecinas de la Avenida Mediterráneo, de Jaime I, de la calle Italia, la calle Gerona… y tantas otras.
Me pregunto por qué el señor Pérez callaba cuando él y su partido gastaban en fiestas y saraos como si no hubiera fin el dinero que hoy no tenemos para la gente que más lo necesita y, también, por qué no, para hacer la Avenida Mediterráneo. Porque este gobierno, a pesar de heredar una deuda de casi 150 millones de euros fruto de su nefasta gestión, ha mantenido los servicios esenciales, ha multiplicado por tres las partidas en Bienestar Social y por seis las ayudas en Educación.
¿Cómo se atreve a tomarnos el pelo a los vecinos y vecinas de Benidorm diciendo que, ahora, es el momento de la Avenida del Mediterráneo?
Su credibilidad es cero. Su pasado le delata.