OPINION.- La juventud también existe en Elche

Carlos Medina Abenza
Historiador / Profesor

Tengo 24 años, soy de Elche y soy joven. Demasiado joven, que dirían algunos, incluso para escribir estas líneas. Demasiado joven incluso para preocuparme por mi futuro, nuestro futuro. Cada día he de enfrentarme, como muchos otros jóvenes, a que nuestros problemas y propuestas no se consideren importantes pero, ¿acaso no es necesario que busquemos soluciones a los problemas de nuestra generación? Problemas para emanciparnos, para tener un hogar, para acceder a un trabajo digno, para completar los estudios. La ausencia de sitios de ocio que no sean casas de apuestas, espacios de socialización que vayan más allá del consumo. Y ahora, pandemia. ¿Acaso la gente joven no tiene motivos suficientes para tomar la palabra?

Para empezar, no se entiende como el Ayto todavía no ha puesto solución a la proliferación de casas de apuestas en los barrios ilicitanos. Casa de apuestas por todas partes, frente al Instituto de Carrús, frente a la academia Luis Vives o frente al Colegio Giner de los Ríos. No falla, donde hay gente joven abren un local de apuestas. Cómo no vamos a sentirnos solos cuando nuestra única opción de ocio es ir a perder dinero al blackjack. ¿No es más sencillo ceder locales para crear tejido de barrio autogestionado, donde los jóvenes y las jóvenes puedan ser partícipes de su propio ocio? Espacios de creación cultural y artística, que encontramos en otras ciudades y que permiten un ocio lejos de las deudas y la ludopatía.

Continuemos con el tema deporte y cultura. Bueno, el apoyo a la cultura siempre ha sido una gran apuesta del ayuntamiento de Elche ¿no?. ¿Cuántas ayudas directamente a la producción musical y a los deportes alternativos hay? Aquí es encomiable la labor que hacen asociaciones cómo Natsukaido u otras plataformas de ocio alternativo, que hasta ahora han llevado las batutas de la dinamización de eventos jóvenes. No definitivamente Elche tampoco es ciudad para cultura juvenil y deportes alternativos.

Hablemos también de las Escuelas Barriales Abiertas de Verano. Ostias eso molaba, me acuerdo de cuando tenía 16 años y participaba cómo voluntario. Ya nada queda de ese proyecto, Mercedes Alonso se encargó de echarle el freno y la promesa de los diferentes ediles socialistas de extenderlas a toda la ciudad, ha quedado en nada. Supongo que siempre hay excusas para posponer las necesidades de la gente jóven, que no molestamos cuando estamos aislados en nuestras casas, comiéndonos los mocos o soñando con que nos vamos a forrar jugando a videojuegos.

Y por supuesto, los eternos problemas de nuestra generación: el paro, la precariedad y la vivienda. ¿Cuándo va a pensar el Ayuntamiento en la gente joven? Si hasta para crear un plan de juventud, y por ahorrarse un par de técnicos, tira de voluntariado. Parece que nuestro tiempo y trabajo no tiene valor pero si alguien realiza un empleo de creación y dinamización de un plan, por lo menos debe cobrar algo. Parece que la gente joven siempre tiene que trabajar gratis o en condiciones precarias, pero es un escándalo cuando esto se normaliza hasta en la función pública. Como nunca podremos comprar una casa, parece que no necesitemos dinero para vivir.

Sobre vivienda, no podemos esperar demasiado de un Ayuntamiento que no potencia la creación de un parque público que nos de una alternativa a la gente joven. Ni vivienda social, ni asesoramiento alguno, por mucho que la Conselleria de Vivienda esté facilitando esta tarea a los Aytos. Siempre es lo mismo, que pedimos demasiado, que menudos inconformistas somos, que siempre tocamos las narices y que encima queremos las cosas con contrato. Parece que el problema de la juventud es que tengamos ideas y propuestas propias, que pensemos más allá de la economía sumergida y la precariedad normalizada.

Si has llegado hasta aquí, seguramente, querido lector, puede que estés pensando que siempre estamos quejándonos de todo y que la cuestión es vaguear. Te diré que no, que lo que queremos es una juventud formada, una juventud rebelde, una juventud acorde con lo que se merece, una juventud con empleo y una juventud en lucha con las casas de apuestas. ¿Te parece que pido la luna? Bueno, nose, quizá solo soy un joven preocupado, quizá sea mejor dejar mi futuro en manos de gente que me ha demostrado que no piensa en nosotros. Déjalo, no me hagas caso, ya nos han quitado demasiado la voz, por uno más….

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