El Alcalde de Villajoyosa, Jaime Lloret, el vicepresidente del Consell, José Císcar, y la consellera de Educación y Cultura, María José Català
El Alcalde de La Vila Joiosa, Jaime Lloret, el vicepresidente del Consell, José Císcar, y la consellera de Educación y Cultura, María José Català, han inaugurado hoy, martes 24 de marzo, el edificio del nuevo museo de La Vila Joiosa. Un edificio que ocupa el lugar del antiguo colegio Dr. Esquerdo (calle Colón), cuya fachada original se ha conservado, y que este fin de semana podrán visitar todos los ciudadanos en las jornadas de puertas abiertas que se han organizado con motivo de la inauguración (viernes 27, sábado 28 y domingo 29 de 11.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 21.00 horas). Con estas jornadas, todo el pueblo de La Vila podrá conocer las instalaciones a fondo gracias a las explicaciones que recibirán por parte de los técnicos municipales y de los voluntarios culturales.
A la inauguración ha asistido también la presidenta de la Diputación, Luisa Pastor, la directora general de Cultural y Patrimonio, Marta Alonso, así como miembros de la Corporación Local, y otras autoridades, además de numerosos ciudadanos ya que el acto ha sido público.
En su discurso con motivo de la inauguración, el alcalde de La Vila Joiosa, Jaime Lloret, ha destacado: “Hoy es un día importante para todos los vileros porque estamos inaugurando el nuevo Museo de la ciudad. Este no es un museo, es un proyecto global de ciudad. Es una visión que los políticos de diferentes partidos hemos impulsado con amplio consenso desde hace treinta años para cuidar y recuperar un patrimonio cultural tan excepcional como el nuestro. El nuevo Museo es mucho más que una obra monumental para albergar nuestro ingente patrimonio histórico y cultural: es también el buque insignia de nuestro nuevo modelo económico, que se basa en apostar por el turismo cultural; es decir, en convertir nuestro patrimonio histórico y cultural en generador de empleo y de recursos económicos gracias al turismo. Todas nuestras actuaciones van encaminadas a la puesta en valor de nuestro patrimonio histórico y cultural (con 11 monumentos declarados Bien de Interés Cultural, un 33% de todos los de la comarca, y en breve sumará un nuevo BIC, el pecio romano de La Vila, Bou Ferrer) como fuente de generación de ingresos económicos para la ciudad”.
“Con el Museo todos salimos ganando y, de hecho, nuestras tiendas, restaurantes y hoteles verán como reciben mayor número de clientes; por eso, no hay que ver el Museo como una obra de envergadura sin más, sino como un generador de riqueza y empleo sin precedentes en La Vila; el Museo servirá para que alrededor de su atractivo nazcan nuevos tipos de negocio y nuevas empresas que, a su vez, darán empleo, es decir, que se convertirá en un dinamizador de nuestra economía. Ha llegado la hora de que nuestra manera de generar recursos y puestos de trabajo sea a través de nuestro patrimonio histórico y cultural”.
“Este nuevo modelo económico pretende a través de la generación de un flujo de visitas atraídas por un rico patrimonio, y unido al reclamo que ya suponen los 15 kilómetros de costa junto a los atractivos actuales de la ciudad, el desarrollo de actividades económicas que directa e indirectamente generen nuevos puestos de trabajo y nuevos nichos de negocio que desarrollar por parte de los vecinos e inversores locales, todo ello encaminado a avanzar hacia la autosuficiencia laboral.
Las obras han sido llevadas a cabo por la UTE Prom 95 (empresa local) -Los Serranos y el proyecto redactado por el arquitecto vilero Tomás Soriano y se han financiado con el Plan Confianza de la Generalitat.
Superficie de 4.500 metros cuadrados
El nuevo edificio de Vilamuseu (Red de Museos y Monumentos de Villajoyosa) cuenta con una superficie total de unos 4.500 m2, de los cuales unos 1.500 m2 son de exposición, más de 250 m2 de talleres de trabajo abiertos al público y unos 1.000 m2 de almacenes y laboratorios. El nuevo museo cuenta también con un laboratorio de arqueología subacuática que permitirá la desalación y tratamiento de ánforas y otros materiales procedentes del pecio romano de Villajoyosa, Bou Ferrer, y de cualquier otro yacimiento subacuático que se excave en el futuro.
El museo más accesible de Europa
El edificio se ha diseñado teniendo en cuenta los criterios del diseño para todas las personas, lo que significa que, aunque se busque la accesibilidad, se huye de crear elementos específicos para personas con discapacidad visual o motora si no son válidos para el resto de personas. En este sentido, el nuevo Museo de La Vila Joiosa es un referente: el proyecto arquitectónico y museográfico están diseñados desde el principio según parámetros del llamado diseño inclusivo, diseño universal o “design for all” (diseño para todas las personas), lo que lo convertirá en el museo más accesible de Europa, al ser cómodo, fácil de comprender y de disfrutar, ameno, claro, interesante, participativo y seguro para todas las personas, y esa es su mayor originalidad, puesto que existen muy pocos ejemplos de museos en el mundo que se encuentren preparados para toda la diversidad humana (de todas las edades, diferentes culturas, niveles culturales o capacidades), y no sólo para personas con discapacidad física o visual, por ejemplo.
Una rampa con perspectiva sobre todo el edificio
Un ejemplo de accesibilidad sería la rampa que comunica el piso 0 con el piso 1: es uno de los elementos arquitectónicos más atractivos del nuevo edificio y uno de los que más quebraderos de cabeza ha supuesto en la obra. Se trata de la rampa que conduce desde el vestíbulo de entrada hasta la primera planta donde se encontrará la exposición permanente. Debido a que los espacios expositivos tienen una altura considerable (casi 7 metros), la rampa tenía que salvar un gran desnivel por lo que era necesaria una superficie muy extensa para que pudiera ser totalmente accesible (para ser accesible una rampa tiene que tener entre el 6 y el 10% de desnivel dependiendo de la longitud de los tramos). Algo que se ha conseguido, la rampa es totalmente accesible con tramos de 6 metros al 8%. Esto supone una gran ventaja, no sólo para que cualquier persona disfrute de manera autónoma de las diferentes perspectivas del edificio que ofrecerá su recorrido, sino porque es una vía de evacuación segura y rápida para el usuario.
Compatibilizar estética y accesibilidad
Otro reto era comprobar que estética y accesibilidad no están reñidos y un buen ejemplo de ello puede ser la estética cromática del edificio o, por concretar más, los lavabos de los aseos: la altura a la que está colocado y la profundidad que tiene hacen que el lavabo alto sea accesible para usuarios de silla de ruedas ya que permite situarse frontalmente, introducir las piernas por debajo y llegar cómodamente al grifo, mientras que el lavabo más bajo se ha colocado teniendo en cuenta los percentiles de estatura de niños de unos seis años de edad. También los espejos se adaptan a estas alturas. En ambos casos el grifo se activa automáticamente al detectar las manos lo que facilita su uso a personas con problemas para realizar determinados movimientos y evita que se queden abiertos después del uso. Por otro lado, se ha buscado un alto contraste cromático con la pared para que las personas con discapacidades visuales los detecten y usen sin problemas.
Laboratorios de trabajo transparentes
El nuevo museo de La Vila se ha concebido también para que el público no sólo pueda visitar las exposiciones sino que pueda entender el trabajo interno del museo: documentación, investigación, restauración e incluso el montaje de exposiciones. Será mediante visitas guiadas a las áreas internas del edificio y mediante las diferentes ventanas que comunican los espacios públicos con los espacios de trabajo. En este aspecto el Museo de La Vila es pionero en la museografía española: una parte del laboratorio de investigación de arqueología y etnografía que se encuentra en el sótano -2 y que se podrá contemplar desde dos plantas superiores (sótano -1 o exposiciones temporales y hall de la planta baja o planta de servicios) a través de una cristalera.
El objetivo de esta transparencia es transmitir a los visitantes todo el trabajo que normalmente no se ve en las “tripas” de los museos, para que comprendan que las piezas de los almacenes no están “muertas”, abandonadas en sus estanterías, sino que son una fuente inagotable de información, y que conozcan cómo funciona una parte tradicionalmente considerada “privada” de los museos.
En cuanto a su apertura, se irá haciendo gradual ya que el traslado y la puesta en funcionamiento del museo llevarán meses. En esta primera fase de apertura no está incluida la exposición permanente (aunque el proyecto museográfico de la misma ya está redactado) sino que se empezará a mostrar las colecciones del museo mediante exposiciones temporales.