L’ALFAS.- Naturaleza, gastronomía, sol y playa se combinan para llenar l’Albir durante la Semana Santa

Los días comienzan a alargarse –más lo harán mañana con el cambio de hora– y el sol primaveral del Mediterráneo, tan azul estos días que invita al baño a los más valientes, calienta sin agobiar uno de los destinos más bellos de la Costa Blanca. Miles de visitantes se dan cita estos días en la Playa de l’Albir y sus alrededores, donde las diferentes e inigualables ofertas turísticas que este rincón de l’Alfàs del Pi ofrece a sus visitantes, hace las delicias de todos ellos.
El Parc Natural de la Serra Gelada y, en especial, el famoso Camino del Faro, con la meta en la torre lumínica que, convertida ahora en un Centro de Interpretación del propio espacio natural, sigue cumpliendo con su función una vez se pone el sol. Desde allí, en lo alto, centenares de turistas se maravillan con las vistas del Mediterráneo y, con suerte, alguna de las colonias de delfines que viven casi de forma permanente en las aguas que circundan el faro.
Y, por supuesto, la panorámica de la Playa de l’Albir. Una playa cuyo paseo es un ir y venir constante de visitantes y que luce sus mejores galas para aquellos que quieren aprovechar los primeros rayos de sol que nos ha regalado la temporada turística e, incluso, para los más valientes que se atreven con el primer baño del año.
Y todo ello, como no podía ser de otra manera, complementado con la siempre destacada oferta gastronómica de l’Albir, complementada durante estos días de Semana Santa por dos eventos como el Wonder Food, que se está llevando a cabo en las instalaciones de la Fundación Frax y la quinta edición de la Enoescapada de las Bodegas Enrique Mendoza, que un año más han abierto sus puertas colgando el cartel de aforo completo todos y cada uno de los días de este ‘festival’ enológico.
Y no sólo han sido las Bodegas Mendoza las que han colgado el cartel de completo. Siguiendo con la tendencia al alza instalada en toda la Costa Blanca, también l’Albir ha visto cómo el número de visitantes durante estos días vacacionales de Semana Santa, ante los que existía el temor del tirón que pudiera ejercer el turismo de esquí tras una temporada en la que la nieve tardó mucho en dejarse ver, ha crecido de forma muy importante respecto de años anteriores. Los índices de ocupación, a la espera de cerrar este primer periodo y, por lo tanto, contar con cifras oficiales, están rozando la máxima ocupación hotelera con, una vez más y como es tradicional en Semana Santa, el turismo nacional como primer emisor de visitantes a l’Albir.

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